Servidores de Aplicaciones: ¿Qué son, ventajas y desventajas?

Cada vez son más las empresas que recurren a servidores de aplicaciones a fin de tener centralizada toda la información en un único punto y de esta forma poseer un mayor control. A continuación se indicará en que consisten dichos servidores de aplicaciones, usos y las ventajas e inconvenientes que presentan.

Se entiende por servidor de aplicaciones un tipo de servidor que ejecuta determinadas aplicaciones proporcionando servicios a los ordenadores cliente.

Normalmente este tipo de servidores suelen ejecutar aplicaciones J2EE ya que ofrece los estándares para contener los componentes de las aplicaciones si bien, también pueden ejecutar otras como son las del tipo Microsoft conformando los servidores de aplicaciones Windows.

Una de las aplicaciones que presentan los servidores de aplicaciones son los portales de Internet, de tal forma que centralizan la información de las empresas, ofreciendo el acceso a usuarios tanto internos como externos diferenciando entre unos y otros para, de esta forma, discriminar la información que se suministra.

Integridad en los datos. Al estar centralizado cualquier actualización afecta de forma inmediata a todos los usuarios evitando, de esta forma, la fragmentación en las versiones de aplicaciones.

Cualquier cambio que se desee realizar se hace forma centralizada con lo que ofrece una gran comodidad a los administradores de sistemas.

Mayor seguridad y muy especialmente en servidores de aplicaciones web y servidores de aplicaciones J2EE.

Con una buena gestión del tráfico de la red se puede conseguir una velocidad elevada y mejor productividad.

Reduce la cantidad de recursos necesarios para el trabajo empresarial tanto en lo que a licencias se refiere como a la cantidad de hardware necesario para llevar a cabo el funcionamiento.

Resulta fácilmente escalable pudiendo incrementar sus funcionalidades con facilidad.

Al tratarse de un sistema centralizado, en caso de avería, rotura o interrupción del servicio, afecta a todos los ordenadores cliente que no podrán trabajar con las aplicaciones servidor.

El funcionamiento general del sistema queda limitado por la capacidad de proceso del servidor.